Muchas veces cuando se habla de publicidad hay negocios, autónomos y demás agentes que salen huyendo como locos. La publicidad es una herramienta necesaria e indispensable hoy en día, pero todavía hay quienes creen que eso es cosa de las grandes empresas.
El consumidor se ha vuelto autosuficiente y decide por sí mismo cómo y dónde comprar gracias a la gran cantidad de información a la que accede a través de las nuevas tecnologías.
Tener visibilidad como negocio es más necesario ahora que nunca. A pesar de cierta creencia de que la publicidad es sólo para grandes marcas, en el contexto de un mercado hipercompetente hay que apostar por la publicidad a cualquier escala de negocio. De hecho, nunca los negocios locales lo tuvieron tan fácil y gracias a soluciones como Localiza.me: mi negocio en google es viable estar en primeras posiciones de buscadores. ¡Un sueño hecho realidad!
¿Cuánto cuesta la publicidad?
No podemos dar un precio de publicidad determinado, ya que eso varía en función de muchas características. Pero si podemos hablar de los diferentes modelos de pago por publicidad más habituales hoy en día.
Puede que en alguna ocasión hayáis visto siglas como CPC, CPA, RS y no tengáis ni idea de a que se refieren. Es precisamente lo que os vamos a contar en este artículo. Se trata de diferentes métodos de pago de una campaña online y vamos explicarte cómo funcionan.
- CPM: Es lo que llamamos coste por mil (impresiones). Se paga un dinero determinado por cada mil impresiones conseguidas. Es decir, por cada mil veces que alguien ve nuestro anuncio.
Se trata de un modelo recomendado para campañas que buscan un aumento en la notoriedad y popularidad de nuestra marca. Con este formato se llega a un público amplio mediante un coste asequible. Ideal para nuevos lanzamientos de marcas o productos. Es un sistema con el que funcionan habitualmente los periódicos digitales.
- CPC: Se paga por cada clic conseguido en nuestro anuncio. Es la mejor opción para campañas en las que el objetivo principal es llevar tráfico a su web y no únicamente hacer campaña de branding. Un formato con el que trabaja, por ejemplo, Google.
- CPL: En el coste por lead se paga por registro conseguido. Lo más habitual es que el usuario rellene un formulario con sus datos personales.
Son campañas ideales para la venta de servicios, cuando lo que ofrecemos no es producto de venta compulsiva, sino que requiere de una acción comercial detrás.
- CPA: El coste por adquisición nos hace pagar por acción o por venta. Las campañas que fijan como objetivo la venta, por ejemplo el caso de un ecommerce, suelen usar este método. Se trata de lograr ventas a corto plazo.
- RS: Revenue sharing o reparto de beneficios. Se paga un porcentaje determinado por cada una de las ventas que consigamos gracias a la publicidad en cuestión.
Su gran ventaja es que sabemos que si pagamos es porque estamos generando ingresos. Cuanto mayor sean las ventas mayores serán los ingresos para ambas partes.
¿Cómo elegir el formato publicitario adecuado?
Tal como indicábamos, depende del producto, del presupuesto y de la finalidad de la publicidad. Por esta razón, para PYMES se recomienda el posicionamiento local, que incide en un ámbito cercano al del negocio y en el que se enfoca cada campaña a objetivos concretos y flexibles.
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