La desinformación es algo del día a día, especialmente en la actualidad gracias a las redes sociales, anteriormente que alguna noticia falsa o engañosa se difundiera a través de algún medio hasta llegar a las masas, era prácticamente imposible, si alguno de estos se atrevía a divulgar información irreal, moldeada a favor o algo similar, era sancionada o atacada con la verdad por otros medios, hoy en día debido a internet y especialmente a las redes sociales y plataformas similares, basta con encender una chispa con algún rumor para que este empiece a circular de forma masiva en todos lados hasta cobrar forma y solides, incluso confundiendo a medios de información profesional.
Del mismo modo las personas hoy día prestan más atención a Facebook que a cualquier medio de información ya sea regional o internacional, las personas hoy en día se creen dueños de la verdad y la información, creen saberlo todo, pero realmente no comprenden nada, simplemente aprenden a repetir lo que ven en redes sociales, para muchas personas hoy en día la verdad está en manos de las personas, de las masas, colgadas en redes sociales, en manos de personas que tienen tiempo para gravar un siniestro pero no para tender la mano en un momento de riesgo a otra persona, señalan a los medios convencionales de ser centros de manipulación mediáticos de partidos políticos y consumen todo lo que estos publican en la web.
Pero la realidad es que no se trata de un tema de verdad o mentira, sino más bien de pereza mental, la mayoría de usuarios que hacen vida en la web se han vuelto meros consumidores de contenido, que se conforman con leer un encabezado amarillista y sacar sus propias conclusiones, como quien mira una película y va desenmarañando la historia en su menta hasta que en un punto cree haber descubierto la trama, pero no logra comprender que la trama ha sido diseñada para brindar esa sensación en su menta, pues del mismo modo ocurre con la desinformación en las redes sociales.
Basta con ingresar a tu cuenta de Instagram para que comience el bombardeo de información falsa o engañosa, usuarios que se dedican a colgar contenido para ganar seguidores y a quienes no les importa tergiversar la realidad de los hechos con tal de ganar un par de seguidores extras para comenzar a lucrar con su cuenta. Las redes sociales no pueden ser tomadas como poseedoras de la realidad, mucho menos como entornos confiables, pues además son un riesgo inminente para los usuarios, pues la mayoría llega a confiar tanto en estas que suministran información personal, comparten todo tipo de archivos y documentos, poniendo en riesgo su seguridad por emplear un medio de entretenimiento como una herramienta de mayor utilidad.
Solo pongamos como ejemplo el bombardeo de información concerniente a las guerras activas en el mundo, duración de las noticias, enfoque, panorama, tipo de información y como en poco tiempo el enfoque se centra en algo incluso más insignificante como la ruptura de alguna pareja de famosos y las personas simplemente dejan de lado la realidad por consumir lo que las redes sociales les inyectan en la mente.