La naturaleza nos regala siempre cosas maravillosas, que por lo general no sabemos apreciar. E incluso, llegamos a enfocarnos tanto en solo los paisajes y efectos visuales que nos aporta, que olvidamos mirar más allá de ello.
Las plantas y hierbas, por ejemplos, a pesar de ser físicamente hermosas y adornar jardines, bosques y centros de mesa, poseen cualidades curativas increíbles que a veces ignoramos.
Por eso, en el correo de manzanillo de hoy, compartiremos con ustedes algunos secretos que quizás no conocías sobre dos hierbas que están siempre presentes en nuestra vida, ya sea en nuestra cocina o la de mamá, o en los jardines y floreros.
La manzanilla o camomila, la reconocemos por los colores llamativos de su flor y su aroma inconfundible y fácil de reconocer.
El anís, cuya semilla le otorgó el apodo de “estrellado” debido a su forma de estrella lo encontramos en la alacena de mamá en tarros o bolsas pequeños y los miramos con curiosidad, preguntando para qué rayos sirve.
Por un lado, el anís contribuye aliviar los malestares estomacales, incluidos nauseas, reflujo, diarrea, gases y digestiones ralentizadas, a tratar los cólicos intestinales y a estimular el apetito. Además, gracias a sus propiedades expectorantes, es sumamente recomendado para personas con asma, tos recurrente, bronquitis y gripe.
Incluso, ayuda a regular la menstruación, a promover la producción de leche materna, aumentar el apetito sexual y a combatir las arrugas y es super recomendado utilizar semillas de anís para la piel a modo de lifting natural.
Por su parte, la manzanilla es popular pr ser un sedante natural. Sus cualidades relajantes tocan desde los músculos hasta el sistema nervioso, permitiendo calmar la ansiedad, aliviar el estrés, relajar la tensión muscular y combatir el insomnio.
En adición, también contribuye con el sistema digestivo gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a lograr una mejor absorción de los nutrientes, eliminación de gases, desinflamación del colon, aliviar las náuseas y cólicos menstruales, conciliar el sueño, entre otros aportes.
De hecho, el té de manzanilla y anís para adelgazar, es uno de los remedios naturales más populares.
Y de igual modo, es común encontrar a la manzanilla en el campo estético, desde champús aclarantes, compresas frías para la reducción de las ojeras, para apaciguar moretones y tensiones con su uso tópico y en cremas hidratantes y anti edad.
El té de manzanilla y anís es la manera más común de ingerirlos, ya que puede consumirse en forma de infusión caliente, o ser utilizados como compresas y consumidos como té frio para hacer contraste con las temperaturas de verano. Incluso pueden ser simplemente tomados a modo de refresco y disfrutados bajo el sol, para simplemente calmar la sed y dejando los demás beneficios como aditivos al placer de disfrutar estas deliciosas bebidas.
Tanto las semillas de anís como las flores de manzanilla son cosas que puedes conseguir en un super o en un mercado naturista debido a la popularidad de su consumo. Además, si quieres crear tu propia cosecha, también es posible hacerlo revisando las condiciones de tierra y clima que ambas requieren, pero en Europa, es realmente normal encontrarlas en los jardines de la gente.
¡Así que anímate! Prueba un té helado de anís, un granizado de manzanilla, relaja tus ojos con un par de compresas bien frías, o toma un té de manzanilla y anís para dormir y conciliar lo que sería uno de los mejores sueños de tu vida, y cuéntanos tu experiencia.